POR Lic. Lisandro Firpo
POR CEDI- Movilidad
En octubre del año 2019 las noticias nos hablaron de un milagro en el subte de Buenos Aires, pero poco detallaron sobre los protagonistas[i]. La vida de una señora que cayó a las vías no se hubiera salvado de no ser por Roxana Flores, la conductora de la formación que se aproximaba a la estación Pueyrredón de la línea D del subterráneo. Roxana se desempeña como motorman –mejor dicho motorWoman– hace más de 6 años y representa la primera generación de mujeres al mando de formaciones del subte, pero todavía representa sólo un minúsculo grupo de mujeres conductoras de transporte público de pasajeros en la República Argentina en general. Este es un hecho que nos invita a visibilizar una cuestión que afecta a las mujeres y se da en el marco de las luchas feministas por leyes de paridad de género que se llevan adelante en nuestro país en este momento histórico.
Desde el CEDI, y en base a un análisis que llevé adelante en el año 2016 a lo largo de 35 ciudades de Europa, comenzamos a trabajar en un proyecto de Ley y de Ordenanza para incorporar al debate acerca de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el mundo laboral. En particular, en lo que concierne a la cuestión de la conducción del transporte público de pasajeros, para impulsar de esta manera un marco legal que les permita a las mujeres acceder a dicho puesto laboral de manera igualitaria.
No se trata solo de una cuestión ética, se trata también de cambiar nuestra percepción como sociedad frente a imágenes patriarcales constituidas y asentadas. Imágenes que explican en parte las diversas reacciones de los niños o niñas que se apreciar cuando suben a un colectivo y ven en el asiento de conducir a una mujer. ¿Cuánto tiempo deberá pasar hasta que sea algo habitual? La cuestión es incorporar un hábito, una pauta cultural, asimilarlo y así generar un verdadero cambio profundo. Las transformaciones culturales son lentas y no exentas de luchas, y precisamente por ello nuestro marco legal debe estar a la altura de las circunstancias.
El subte
Ahora bien, existen diferencias sustantivas y concretas que nos permiten llevar adelante un análisis comparativo de los casos de la motorwoman Roxana Flores, por un lado, y de la colectivera Érica Borda, por el otro.
El subterráneo de Buenos Aires, el más antiguo de América Latina, posee desde el año 1977 un ente (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado - SBASE) que regula dicho servicio público. En el año 1991, privatizaciones mediante, se designa por licitación a la empresa que brindará el servicio de sus líneas, y por 28 años (hasta el 31 de diciembre de 2017) el grupo Roggio llevó adelante la explotación de este servicio a través de su subsidiaria Metrovías. En el año 2012, tras idas y vueltas, el Gobierno nacional transfirió el control de la concesión al Gobierno de la Ciudad y se promulgó la Ley 4472 de regulación y reestructuración del Sistema de Transporte Ferroviario de Pasajeros de Superficie y Subterráneo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En 2018 la ley 6102 estableció el estado de emergencia de la red por dos años y estipuló la contratación de Metrovías por un plazo máximo de dos años para la operación transitoria del servicio (hasta el 31 de diciembre de este año). El tema retomaría la agenda pública porteña luego de las elecciones nacionales y citadinas.
Pues bien: es la empresa concesionaria quien determina la cuota de mujeres de su plantilla, y en el caso del subterráneo, aproximadamente hace 15 años se comenzó a incorporar mujeres para desempeñarse en puestos como guardas y conductoras. En la actualidad el número se eleva a más de 100 conductoras. Es un avance, desde ya, pero que no alcanza definirse como plenamente igualitario, si comparamos con otras ciudades: en Barcelona el 50% del plantel del subte son mujeres; en Madrid, aproximadamente 1000 mujeres son conductoras del metro. Para el año 2017, Metrovías tenía 532 conductores: 427 hombres y 105, mujeres. Y 433 guardas: 289 eran hombres y 144 eran mujeres. Los números hablan de una decisión discrecional, si consideramos que en parte el incremento se debe a las múltiples batallas que se fueron ganando gracias a la comisión de derechos de género que ellas constituyeron.
El transporte público
El caso del transporte público de pasajeros terrestre es aún más complejo, ya que se debe legislar sobre los ámbitos nacional, provincial y municipal. Así lo han demostrado dos casos emblemáticos en la lucha que han llevado adelante las mujeres: el de Mirtha Sisnero y Érica Borda. La primera, oriunda de Salta, desde el año 2008 inició una demanda contra la sociedad anónima del estado del transporte automotor, la autoridad metropolitana de transporte y siete empresas de transporte de pasajeros de la ciudad homónima, logrando que en el año 2014 la Corte Suprema de la Nación diera a lugar a su presentación e intime a la Corte de Justicia Salteña a acatar el fallo y deba obligar a las empresas demandadas a poseer en su plantel como mínimo a un 30% de mujeres. Este fue uno de los antecedentes que le permitieron a Érica Borda avanzar con su reclamo a miles de km de Salta. En el año 2010, luego de más de 10 años de ser chofer de la línea 140 del Ex grupo Plaza, fue despedida y no logró ser contratada nuevamente, principalmente por motivos discriminatorios: “mujeres no tomamos, no hay baños o infraestructura” le decían en cada empresa a la que se presentaba. Esto la impulsó a que presente junto a la Defensoría del pueblo de la Nación dos amparos, uno colectivo y otro individual. La accionante dedujo dos pretensiones: la primera de naturaleza individual, en la cual Érica reclamó la protección de un derecho subjetivo a obtener trabajo como chofer de las líneas de colectivo del área metropolitana; la segunda, de dimensión colectiva, a fin de que, entre otros aspectos, las empresas readecuaran sus políticas de selección, contratación y selección de personal de forma tal que cesaran con las prácticas discriminatorias hacia las mujeres, como también que establecieran un sistema de “cupos” que permita equiparar la situación de las mujeres históricamente relegadas de los puestos laborales de chóferes de transportes de pasajeros y adecuaran sus instalaciones para que las mujeres pudieran laborar en condiciones dignas en ese ámbito. También, en el plano colectivo, la parte actora solicitó que se ordenara al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que hiciera “…cesar la vigencia del CCT 460/73 mediante el retiro de la homologación (…) por resultar excluyente de las mujeres para participar de dicho sector…”.
En octubre de 2018, luego de seis años, la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo le dio la razón: determinó que las compañías denunciadas deben contratar mujeres hasta alcanzar el 30% de su planta de choferes[ii]. Una de las empresas es la concesionaria de la línea 130, en la cual ahora Érica es chofer. En respuesta a dicho fallo, la Secretaría de Promoción, Protección y Cambio Tecnológico del Ministerio de Producción y Trabajo este año creó un registro de mujeres aspirantes a choferes de colectivo para que las empresas demandas se remitan a la hora de convocar nuevo personal y así alcancen el cupo del 30%. El registro luego fue reconvertido en nómina y se posibilitó la inscripción de las aspirantes mediante la plataforma digital de trámites a distancia del Estado. También se habilitó su uso “voluntario” a las demás empresas del sector al momento de seleccionar nuevo personal a efectos de promover la contratación efectiva de mujeres en sus plantas de choferes.
El proyecto del CEDI
Como corolario, y teniendo en cuenta la ley 24.012, de cupo femenino en los partidos políticos, y la ley 25.674, de cupo sindical, el tribunal resolvió, entre otros puntos: “5) Instar a los Poderes Ejecutivos y Legislativos a que adopten, en el ámbito de sus respectivas competencias, las medidas apropiadas para revertir la discriminación por género a partir de la realización de campañas de información y capacitación laboral y programas específicos a tales efectos”. Entendemos que dicho fallo exige a ambos poderes la elaboración y tratamiento de una normativa como la que impulsamos desde el CEDI.
En términos estructurales, es la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) el organismo que regula esta actividad. Luego, es Ministerio de Trabajo de la Nación quien debe velar por los derechos de las trabajadoras. Pero en contraposición al subte, las líneas de colectivo se diferencian por su jurisdicción en provinciales, de la ciudad de Buenos Aires o municipales, por lo cual su control inmediato recae sobre las mismas y por ende podemos encontrar líneas que continúan negando sistemáticamente el acceso a mujeres, líneas que permiten un plantel mixto, o líneas netamente conformadas por un plantel femenino como la Bicentenario en Vicente López.
Entonces, ¿Cómo ordenamos este meollo? Desde el CEDI entendemos que el punto de partida es la Constitución Nacional, fundamento de nuestro andamiaje legal. Citando al artículo 75, debemos “(…) legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad de oportunidades de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad”. El artículo 16, donde se define que “La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: No hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”. Y, claro, no olvidamos de los artículos 14 y 14 bis, que elevan el trabajo a la categoría de derecho constitucional, impulsados por la reforma constitucional del año 1949 llevada adelante por el Peronismo y luego resumidas y adecuadas en la reforma del año 1957 de la autodenominada “Revolución Libertadora”. Por todo esto, desde el año 2018 el objeto de nuestro proyecto fue regular la incorporación de las mujeres como conductoras del transporte público de pasajeros, con un piso no menor al 30% en los ámbitos nacional, provincial y municipal, y que sea obligatorio cuando se deban cubrir puestos de trabajo.
En segunda instancia, ante la carencia de un órgano que centralice la gestión laboral a nivel nacional, propusimos la conformación del “Consejo Federal de Igualdad de Oportunidades en el Ámbito Laboral”, bajo la órbita del Ministerio de Trabajo de la Nación, integrado por representantes de dicho Ministerio; del Instituto Nacional de las Mujeres; de las delegaciones regionales del ministerio antes citado; del sector empresario y del sector sindical. El objetivo principal de dicho Consejo es promover la actuación coordinada entre los estados nacional, provincial, municipal y las empresas prestadoras de servicio de transporte público de pasajeros. También el proyecto contempla en su articulado todo a lo que hace a la igualdad en términos prácticos, por lo cual se busca proyectar la instalación de salas maternales y guarderías para niños/as. La utilización de un lenguaje no sexista, colaborando en campañas institucionales dirigidas a fomentar la igualdad de género. Adoptar, para la consecución de los objetivos fijados, planes de igualdad contemplando la calificación profesional, promoción y formación y prevención del acoso sexual. Recomendar a las empresas la adopción de sistemas de rotación de puestos de trabajo en protección del embarazo y la maternidad, asegurando en todo momento la fuente de trabajo en cumplimiento de la legislación laboral. Y teniendo en cuenta la experiencia que se ha dado en el subterráneo, la construcción de baños y vestuarios exclusivos para ellas. Para el caso del transporte de pasajeros terrestres es menester el resguardo e integridad de las conductoras, por lo cual instruimos a la CNRT que extreme las medidas de seguridad en las unidades que ellas conduzcan y que no estén obligadas a conducir en horario nocturno.
Actualidad
Celebramos que hoy, 23 de junio de 2021, el Ministro de Trabajo Claudio Moroni firmó la Resolución 345[iii], que crea el Programa para la Promoción e Inclusión de Mujeres en la Actividad del Transporte Automotor.
Según informaron desde la cartera de Trabajo, “el Programa impulsa la conformación de una Red Federal de Empresas del Transporte Automotor por la Igualdad, que promoverá la incorporación de personal femenino hasta llegar a un cupo laboral del 30% y dará difusión a las buenas prácticas laborales y empresariales detectadas, entre otras acciones. Asimismo, se prevén capacitaciones y formaciones profesionales para las aspirantes, mediante el Plan de Formación Profesional y Continua, y se facilitará a las empresas empleadoras el acceso al Programa de Inclusión Laboral (PIL), que funciona en el ámbito de la Secretaría de Empleo. Además, la medida busca instar a la incorporación de estándares de igualdad de género e igualdad de oportunidades y de trato en los convenios y acuerdos colectivos de la actividad.
El Programa tendrá un alcance federal, tanto en su difusión como en su implementación, a través de las 44 Agencias Territoriales del Ministerio de Trabajo, ubicadas en todas las provincias del país, y de las y los agentes designados como Enlaces de Género y Diversidad en cada una de estas oficinas. Los Enlaces tendrán, entre otras funciones, las de promoción y asesoramiento a municipios y provincias. En este sentido, también se emprenderán acciones con el Consejo Federal del Trabajo”[iv].
Entendemos que este hito es un muy buen punto de partida. El techo aún no se ha tocado y el camino por recorrer todavía es largo. Pero es importante profundizar iniciativas como la presente, a la espera de que la igualdad de acceso a fuentes laborales se consiga en y extienda a todas las ramas del transporte de pasajeros y de carga.
[i] Para conocer más léase https://www.lanacion.com.ar/sociedad/hablo-motorwoman-logro-detener-subte-casi-atropella-nid2297953/ [ii] https://bit.ly/3zXPzmX [iii] https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/245993/20210624 [iv] Para mas información acceda a https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-ministerio-de-trabajo-crea-el-programa-para-la-promocion-e-inclusion-de-mujeres-en-la
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